lunes, 21 de marzo de 2011

Chillida-Leku ya es historia



Hace casi cuatro años tuve la suerte de visitar Chillida-Leku, el museo donde se exponía gran parte de la obra de Eduardo Chillida en la forma en la que el mismo autor la soñó. “Un día soñé una utopía: encontrar un espacio donde pudieran descansar mis esculturas y que la gente caminara entre ellas como por un bosque”.

No puedo decir que me encanten los museos ni que disfrute pasando horas en ellos, pero tengo que reconocer que Chillida-Leku era diferente, muy diferente. Y yo personalmente pude disfrutar la mañana que pasé en él, rompiendo mis esquemas de “no me gustan los museos”. Y es que mientras el visitante paseaba por su inmenso jardín se encontraba la obra del autor de una forma muy original y que no dejaba a nadie indiferente. Si algo tenía Chillida-Leku era encanto, un encanto que el visitante podía tocar con sus propias manos en las obras expuestas en el jardín.

Pero parece que la pérdida progresiva de visitantes, las deudas y, por último, el desacuerdo entre las instituciones y la familia han acabado con el cierre del que ha sido uno de los emblemas de la cultura de Guipúzcoa desde el año 2000. Chillida-Leku ha quedado cerrado al público definitivamente y sólo se mantendrá como una colección privada. Y así muere el sueño de Chillida. Y así su obra ya no se puede tocar. Y ahora conocerla sólo será posible a través de los libros.

Es triste acabar con una cultura que se prestaba a conocerla de la mejor manera posible: palpándola. Aunque quizás en esta España nuestra sólo tenemos lo que nos merecemos: ‘Torrente 4’ se convierte en el estreno español más taquillero de la historia del cine y Chillida-Leku pasa a la historia para siempre.

martes, 27 de julio de 2010

La envidia, el deporte y los logros


Parece que en este país de envidiosos ganar es una de las peores cosas que puede hacer alguien. Ser el mejor en el trabajo o en el deporte (que para algunos es lo mismo) puede estar recompensado con miles y miles de críticas. Y todo, por uno de los deportes nacionales: la envidia.

La semana pasada la gente se echaba encima de Alberto Contador porque, según ellos, debía haber esperado a Andy Schleck cuando a éste se le salió la cadena de la bicicleta. Y yo, que tampoco conozco mucho este deporte, me preguntaba si eso era juego sucio. A mí, sinceramente no me lo parece. Contador simplemente aprovechó las circunstancias y prosiguió su ataque. Me pregunto a quién se le hubiera ocurrido bajarse de la bicicleta para esperar a su contrincante en la lucha por el Tour.

Pero la gente que no tiene otra cosa que hacer que practicar el otro deporte nacional (la crítica no constructiva) se relamió los labios el domingo cuando Fernando Alonso conseguía ganar el Gran Premio de Alemania tras adelantar a su compañero de equipo Felipe Massa. Esto dio paso a una avalancha de críticas: que si le había hecho el pasillo, que si Alonso sólo sabe ganar con malas artes, que si que malo es Alonso… y un largo etcétera de gilipolleces que seguramente vienen de gente que no ha ganado nada en su vida.

Para empezar, Alonso es un piloto que ha demostrado ser mejor que Massa. De hecho, ganó dos campeonatos del mundo, mientras que Massa aún no tiene nada en el bolsillo a pesar de llevar varios años en la que se considera la escudería insignia de la Fórmula 1. Si hablamos de este año, y teniendo en cuenta que llevan el mismo coche, Alonso ha demostrado contar con muchas más habilidades en la pista que el brasileño. Y otra muestra de ello son los 123 puntos conseguidos por Alonso en este Campeonato frente a los 85 de Massa. Pero aún hay más, en concreto en la carrera del otro día, Alonso era, efectivamente, más rápido que su compañero. Y las cosas se pueden hacer de muchas maneras. No era necesario que Felipe lo hiciera tan descarado, puesto que simplemente le estaban pidiendo que no le cerrara la puerta como lo había hecho en vueltas anteriores cuando el asturiano se le echó encima y Massa evitó el adelantamiento. A nadie se gusta ser el número 2, pero basta ya de hipocresía. El mundo de la Fórmula 1 siempre ha sido así, y los equipos siempre han apostado por uno de sus pilotos por encima del otro, que sirve de escudero fiel. Aunque claro está, que ese puesto también se lo ha ganado cada uno en su trayectoria, y Alonso se ha ganado por méritos propios ser el número 1 de cualquier equipo en el que se encuentre.

Y los españolitos que se dedican a criticar al piloto que nos ha hecho recuperar el interés por la Fórmula 1 o al ciclista que lleva tres años seguidos haciéndose con el Tour, deberían estar orgullosos de estar también entre los números 1 de estos deportes.

En tiempos en los que el deporte español está viviendo sus momentos más dulces y demostrando sus capacidades, es curioso ver cómo la simpatía o las antipatías que despiertan los deportistas hacen que la gente los defina como buenos o malos. No señores, somos los mejores del mundo en todos en lo que lo hemos demostrado: fútbol, tenis, ciclismo, motociclismo, Fórmula 1, baloncesto… a pesar de que a usted, éste o aquel le parezca un chulo, un creído o la mejor persona del mundo. Pero le guste o no, los logros se siguen midiendo por los resultados, no por la forma de ser de una persona, o peor aún, de si a usted le cae bien o mal. Y un consejo, si no le gusta un deporte o un deportista, no lo mire.

miércoles, 14 de abril de 2010

Un canto a la motivación

Hace un par de semanas me recomendaron un corto: El Circo de la mariposa. Después de verlo me veo obligada a compartirlo. Creo que se trata de un canto a la motivación, a la vida, a los retos, a la obligación de no rendirse por muy mal que estén las cosas o de darlo todo en cada momento porque, como el mismo corto dice, "cuanto más grande es la prueba, más glorioso es el triunfo". Las sensaciones se acumulan en sus veinte minutos de duración. Impotencia, tristeza o desesperanza dan paso finalmente al placer, la ilusión y la felicidad de ver cómo cada persona tiene algo maravilloso para mostrar al mundo. Un 10 a Joshua Weigel por la dirección de esta obra espectacular y conmovedora, y por recordarnos que podemos conseguir aquello que realmente queremos.



jueves, 18 de marzo de 2010

El camarero incompetente

Seguro que alguna vez os habéis cruzado con un camarero que en vez de atenderos parecía que os estuviera haciendo un favor. A mí, para empezar, este tipo de especímenes me toca bastante las narices porque cuando tú estás tranquilamente tomándote algo en una cafetería / bar /restaurante vas a pagar por un servicio, que finalmente permite a esa persona que trabaje. Así que parece que tal como están las cosas si alguien hace un favor aquí es el cliente. Por lo que pediría a estos elementos que aprendan la profesión de sus colegas andaluces, que sin duda son los mejores camareros de España. Simpáticos, amables, dicharacheros y con la gracia que hay que tener. Pero si no han nacido así, por lo menos podrían intentar no mirar con cara de perro al usuario.

Mi última experiencia de este tipo me sucedió la semana pasada. Es sábado y salgo a cenar con unos amigos. Vamos al restaurante Cambra de Elche, nos ofrecen un sitio apretadito, para variar. La atención, ni fría ni caliente. La cena, bien, como siempre. Y cuando pagamos la cuenta segurísimos de que hemos puesto dinero incluso para la propina, viene el camarero con malas formas, deja la bandeja encima de la mesa y dice de aquella manera que faltan 30 céntimos. ¿Qué? Sí, 30 céntimos. Pero, ¿qué le pasa a este tío? ¿Qué se ha creído? Para empezar no sólo estaba el dinero suficiente, sino que había de más. Pero como podréis imaginar lo que más me fastidia no son esos 30 céntimos, sino las formas y lo ruin del asunto. ¿Tú te crees que puedes pedir 30 céntimos a un cliente y de esas formas? Pues si no lo sabes, ya te lo digo yo. No, definitivamente, no. A no ser que no quieras volver a ver a esos clientes en la vida. Y si pretendéis no acabar con la “habitación” vacía más os vale aprender a tratar al cliente, que tampoco es tan difícil.

miércoles, 17 de marzo de 2010

IVA va, IVA viene

En los tiempos de crisis que vivimos, en los que una de las cosas que haría falta sería reactivar el consumo, no se me ocurre mejor idea para hacerlo que subir el IVA. Sí, ese maravilloso impuesto que todos los ciudadanos nos vemos obligados a pagar en cualquier cosa que compramos. Con lo que si sube el IVA, subirán también todos los productos que cualquier persona puede necesitar para vivir: comida, vivienda, productos de aseo, ropa, transporte, medicamentos…y un largo etcétera. Y puesto que en lo que no se puede recortar es en los productos de primera necesidad, la opción será recortar en el resto y compensar una subida con el ahorro en otros productos. Que se vayan preparando esos sectores o empresas que ofrecen un producto medio, que no es necesidad pero tampoco es lujo, porque la crisis para ellos está por venir cuando los españolitos nos pongamos a recortar gastos.

Y mientras los españoles nos asfixiamos con unas medidas “muy adecuadas” a las necesidades actuales, los expertos en economía intentan hacer entender a Zapatero que para salir de la crisis en primer lugar hay que acabar con el paro y después reactivar el consumo. Y desde luego, subir el IVA no contribuye a nada de esto. Pero el hombre sigue a la suya y yo me pregunto cómo van a afrontar los más de 4 millones de parados esta subida.

Por cierto, ¿era el PSOE un partido de centroizquierda? Es que a estas alturas yo ya tengo un lío en la cabeza que no hay quien me lo aclare. Y más después de ver ayer a los partidos de izquierda votar junto al PP en contra de esta medida, y a otros de derechas votar junto al PSOE a favor de la subida. Supongo que este es el resultado de no obtener una mayoría absoluta y tener que venderse a pactos que más tarde hacen a los partidos “venderse” y supeditarse a esos partidos minoritarios que acaban gobernando en la sombra en numerosas ocasiones. Ante eso, lo mejor es no identificarse con ningunas siglas porque visto lo visto, seguro que acaban decepcionándote.

Ahora lo más correcto, ético y solidario, sería un paso atrás del Gobierno, que viendo la reacción de todos los españoles debería analizar la cuestión y dejar para más adelante la dichosa subida. Sin duda se lo agradeceremos. Además, alguien debería avisarles de que esta subida puede hacerles incluso más daño que la crisis. Porque si la crisis pasa, la gente olvida, pero lo que no vamos a olvidar es si tenemos que pagar un 2% más en cada artículo que compremos.

miércoles, 10 de marzo de 2010

¿Y quién paga esto?

No voy a entrar en el debate de la Ley del Aborto porque creo que es algo demasiado amplio, con muchos matices y con mil versiones como para estar simplemente a favor o en contra. Así que me abstengo de opinar. Lo que me llama la atención es la campaña publicitaria que está realizando la Iglesia. El año pasado la imagen de un bebé junto a un lince protegido suscitó la polémica, y ayer presentaron la nueva campaña, que a primera vista parece que no va a provocar tantas discusiones. Con el lema ¡Es mi vida!... Está en tus manos, la Conferencia Episcopal acompaña la imagen de un bebé en las manos de sus padres.

El hecho que me hace pararme un momento frente a esta noticia son las dimensiones de la campaña, ya que al parecer el anuncio podrá verse en 1.300 vallas publicitarias de 37 ciudades españolas, se distribuirán 6 millones de dípticos informativos en las diócesis y se han enviado 30.000 carteles a las parroquias y centros católicos. ¿Os podéis imaginar la cuantía a la que puede ascender la dichosa campañita? ¿Y de dónde sale el dinero para pagar esto? ¿De las colectas de los domingos o la cruz de la renta? Y yo que creía que estos fondos iban destinados a los fines sociales y solidarios de la Iglesia.

martes, 9 de marzo de 2010

3, 2, 1... Que comience el espectáculo


Quedan apenas unos días para que vuelva a los circuitos (y a las pantallas) el gran espectáculo de la Fórmula 1, y este año podemos decir que promete. Los aficionados a los circuitos y a Alonso hemos sufrido un par de años, viendo al piloto asturiano hacer lo que podía con un coche que pocas veces le respondió. Sufrimos, cuando con Hamilton de compañero, veíamos cómo le arrebataban el Mundial, y rabiamos dos años más al ver cómo el bicampeón se tenía que conformar con un Renault que no daba más de sí. Y para colmo de males, la temporada pasada Button y Brawn protagonizaron un monólogo que nos llevó al tedio a la mayoría de espectadores.

Pero parece que este año hay esperanza. El espectáculo vuelve con fuerzas renovadas. Alonso, en Ferrari, en una combinación perfecta de piloto y escudería, promete librarnos de todos los sufrimientos de los últimos años. Además, no podemos olvidarnos del resto de españoles. Y es que en la parrilla estarán Pedro Martínez de la Rosa al volante de un BMW y Jaime Alguersuari, en Toro Rosso.


El próximo domingo, en Bahrein, comienza el espectáculo que muchos llevamos esperando un año. O quizás mucho más, desde que reconocimos en Alonso a un piloto que merece estar en lo más alto y que ahora, por fin, va a poder demostrar lo que puede hacer con el que durante muchos años ha sido el mejor coche de la parrilla.

El espectáculo está servido. Falta ver cómo influyen las nuevas normas de la FIA para hacer de las carreras un cúmulo de entretenimiento. Quizá sea el momento de demostrar a los que todavía piensan que las carreras de Fórmula 1 son demasiado largas que detrás de cada curva o adelantamiento a 300 kilómetros por hora nada puede ser aburrido.
¡Que comience el espectáculo!