jueves, 18 de marzo de 2010

El camarero incompetente

Seguro que alguna vez os habéis cruzado con un camarero que en vez de atenderos parecía que os estuviera haciendo un favor. A mí, para empezar, este tipo de especímenes me toca bastante las narices porque cuando tú estás tranquilamente tomándote algo en una cafetería / bar /restaurante vas a pagar por un servicio, que finalmente permite a esa persona que trabaje. Así que parece que tal como están las cosas si alguien hace un favor aquí es el cliente. Por lo que pediría a estos elementos que aprendan la profesión de sus colegas andaluces, que sin duda son los mejores camareros de España. Simpáticos, amables, dicharacheros y con la gracia que hay que tener. Pero si no han nacido así, por lo menos podrían intentar no mirar con cara de perro al usuario.

Mi última experiencia de este tipo me sucedió la semana pasada. Es sábado y salgo a cenar con unos amigos. Vamos al restaurante Cambra de Elche, nos ofrecen un sitio apretadito, para variar. La atención, ni fría ni caliente. La cena, bien, como siempre. Y cuando pagamos la cuenta segurísimos de que hemos puesto dinero incluso para la propina, viene el camarero con malas formas, deja la bandeja encima de la mesa y dice de aquella manera que faltan 30 céntimos. ¿Qué? Sí, 30 céntimos. Pero, ¿qué le pasa a este tío? ¿Qué se ha creído? Para empezar no sólo estaba el dinero suficiente, sino que había de más. Pero como podréis imaginar lo que más me fastidia no son esos 30 céntimos, sino las formas y lo ruin del asunto. ¿Tú te crees que puedes pedir 30 céntimos a un cliente y de esas formas? Pues si no lo sabes, ya te lo digo yo. No, definitivamente, no. A no ser que no quieras volver a ver a esos clientes en la vida. Y si pretendéis no acabar con la “habitación” vacía más os vale aprender a tratar al cliente, que tampoco es tan difícil.

miércoles, 17 de marzo de 2010

IVA va, IVA viene

En los tiempos de crisis que vivimos, en los que una de las cosas que haría falta sería reactivar el consumo, no se me ocurre mejor idea para hacerlo que subir el IVA. Sí, ese maravilloso impuesto que todos los ciudadanos nos vemos obligados a pagar en cualquier cosa que compramos. Con lo que si sube el IVA, subirán también todos los productos que cualquier persona puede necesitar para vivir: comida, vivienda, productos de aseo, ropa, transporte, medicamentos…y un largo etcétera. Y puesto que en lo que no se puede recortar es en los productos de primera necesidad, la opción será recortar en el resto y compensar una subida con el ahorro en otros productos. Que se vayan preparando esos sectores o empresas que ofrecen un producto medio, que no es necesidad pero tampoco es lujo, porque la crisis para ellos está por venir cuando los españolitos nos pongamos a recortar gastos.

Y mientras los españoles nos asfixiamos con unas medidas “muy adecuadas” a las necesidades actuales, los expertos en economía intentan hacer entender a Zapatero que para salir de la crisis en primer lugar hay que acabar con el paro y después reactivar el consumo. Y desde luego, subir el IVA no contribuye a nada de esto. Pero el hombre sigue a la suya y yo me pregunto cómo van a afrontar los más de 4 millones de parados esta subida.

Por cierto, ¿era el PSOE un partido de centroizquierda? Es que a estas alturas yo ya tengo un lío en la cabeza que no hay quien me lo aclare. Y más después de ver ayer a los partidos de izquierda votar junto al PP en contra de esta medida, y a otros de derechas votar junto al PSOE a favor de la subida. Supongo que este es el resultado de no obtener una mayoría absoluta y tener que venderse a pactos que más tarde hacen a los partidos “venderse” y supeditarse a esos partidos minoritarios que acaban gobernando en la sombra en numerosas ocasiones. Ante eso, lo mejor es no identificarse con ningunas siglas porque visto lo visto, seguro que acaban decepcionándote.

Ahora lo más correcto, ético y solidario, sería un paso atrás del Gobierno, que viendo la reacción de todos los españoles debería analizar la cuestión y dejar para más adelante la dichosa subida. Sin duda se lo agradeceremos. Además, alguien debería avisarles de que esta subida puede hacerles incluso más daño que la crisis. Porque si la crisis pasa, la gente olvida, pero lo que no vamos a olvidar es si tenemos que pagar un 2% más en cada artículo que compremos.

miércoles, 10 de marzo de 2010

¿Y quién paga esto?

No voy a entrar en el debate de la Ley del Aborto porque creo que es algo demasiado amplio, con muchos matices y con mil versiones como para estar simplemente a favor o en contra. Así que me abstengo de opinar. Lo que me llama la atención es la campaña publicitaria que está realizando la Iglesia. El año pasado la imagen de un bebé junto a un lince protegido suscitó la polémica, y ayer presentaron la nueva campaña, que a primera vista parece que no va a provocar tantas discusiones. Con el lema ¡Es mi vida!... Está en tus manos, la Conferencia Episcopal acompaña la imagen de un bebé en las manos de sus padres.

El hecho que me hace pararme un momento frente a esta noticia son las dimensiones de la campaña, ya que al parecer el anuncio podrá verse en 1.300 vallas publicitarias de 37 ciudades españolas, se distribuirán 6 millones de dípticos informativos en las diócesis y se han enviado 30.000 carteles a las parroquias y centros católicos. ¿Os podéis imaginar la cuantía a la que puede ascender la dichosa campañita? ¿Y de dónde sale el dinero para pagar esto? ¿De las colectas de los domingos o la cruz de la renta? Y yo que creía que estos fondos iban destinados a los fines sociales y solidarios de la Iglesia.

martes, 9 de marzo de 2010

3, 2, 1... Que comience el espectáculo


Quedan apenas unos días para que vuelva a los circuitos (y a las pantallas) el gran espectáculo de la Fórmula 1, y este año podemos decir que promete. Los aficionados a los circuitos y a Alonso hemos sufrido un par de años, viendo al piloto asturiano hacer lo que podía con un coche que pocas veces le respondió. Sufrimos, cuando con Hamilton de compañero, veíamos cómo le arrebataban el Mundial, y rabiamos dos años más al ver cómo el bicampeón se tenía que conformar con un Renault que no daba más de sí. Y para colmo de males, la temporada pasada Button y Brawn protagonizaron un monólogo que nos llevó al tedio a la mayoría de espectadores.

Pero parece que este año hay esperanza. El espectáculo vuelve con fuerzas renovadas. Alonso, en Ferrari, en una combinación perfecta de piloto y escudería, promete librarnos de todos los sufrimientos de los últimos años. Además, no podemos olvidarnos del resto de españoles. Y es que en la parrilla estarán Pedro Martínez de la Rosa al volante de un BMW y Jaime Alguersuari, en Toro Rosso.


El próximo domingo, en Bahrein, comienza el espectáculo que muchos llevamos esperando un año. O quizás mucho más, desde que reconocimos en Alonso a un piloto que merece estar en lo más alto y que ahora, por fin, va a poder demostrar lo que puede hacer con el que durante muchos años ha sido el mejor coche de la parrilla.

El espectáculo está servido. Falta ver cómo influyen las nuevas normas de la FIA para hacer de las carreras un cúmulo de entretenimiento. Quizá sea el momento de demostrar a los que todavía piensan que las carreras de Fórmula 1 son demasiado largas que detrás de cada curva o adelantamiento a 300 kilómetros por hora nada puede ser aburrido.
¡Que comience el espectáculo!